Un laboratorio clínico es una instalación médica especializada que realiza una variedad de pruebas y análisis en muestras biológicas, como sangre, orina, saliva, tejidos u otros fluidos corporales, con el fin de ayudar en el diagnóstico, tratamiento y seguimiento de enfermedades y condiciones médicas.

Los laboratorios clínicos emplean una amplia gama de técnicas y equipos de laboratorio para llevar a cabo pruebas que pueden incluir análisis químicos, microbiológicos, hematológicos, inmunológicos y genéticos, entre otros. Estas pruebas pueden proporcionar información crucial sobre la salud del paciente, como la presencia de infecciones, la función de órganos específicos, la concentración de ciertas sustancias en el cuerpo y la respuesta del sistema inmunológico.

Los resultados de las pruebas de laboratorio clínico son interpretados por profesionales de la salud, como médicos, enfermeras o especialistas en laboratorio, y se utilizan para guiar el diagnóstico, el tratamiento y el seguimiento de enfermedades y condiciones médicas. Los laboratorios clínicos desempeñan un papel fundamental en la atención médica al proporcionar información precisa y oportuna que ayuda a los profesionales de la salud a tomar decisiones informadas sobre la atención de los pacientes.